El panorama para la ratificación del tratado de libre comercio con la UE

La importancia del tratado de Libre comercio tiene una importancia indiscutible para el Ecuador y su sector exportador no petrolero. La mayoría de las autoridades del país se muestran optimistas con respecto a la firma del acuerdo durante este año, sin embargo las mayores expectativas y preocupaciones se derivan de los plazos de su implementación.

Si la firma se realiza entre el 11 de noviembre y el 30 de noviembre esto dejaría tan sólo el plazo del mes de diciembre, para que se efectúe la ratificación del acuerdo multipartes por parte del Parlamento Europeo, la Corte Constitucional Ecuatoriana y la Asamblea Nacional del Ecuador, tomando en cuenta los lapsos de receso tradicionales para esas fechas en ambas regiones.

El 31 de diciembre de 2016 se vence la extensión de las preferencias arancelarias obtenidas en el 2014 por lo que, de no producirse la ratificación durante 2016 por parte de los tres organismos, daría lugar a una grave perturbación en el flujo del comercio que pondría en peligro al sector exportador. Cerca del 25% de las exportaciones no petroleras del país tienen al mercado de la Unión Europea como destino.

La firma de este acuerdo no sólo es esencial para el sector de la economía que tiene a las naciones pertenecientes a la Unión Europea como principal destino de consumo, también significa abrir la puertas del Ecuador al primer mundo. Este tipo de acuerdos promueven el libre intercambio de conocimientos y facilitan la transferencia tecnológica tan necesaria para la modernización del país y la optimización de su industria.

Acceder a estos niveles de negociación ubica al país en otro nivel, debido a la discusión de reglas que pertenecen a sistemas utilizados en el primer mundo, pero también contando con las perspectivas ecuatorianas, esto genera un clima favorable para la inversión extranjera y el subsecuente fortalecimiento de la industria nacional.

El sector pesquero se vería especialmente afectado por el retraso de la ratificación al representar las exportaciones a Europa cerca del 60% del envío de sus principales productos, lomos y conservas de atún, tan sólo en el primer semestre de 2016.

El sector exportador no petrolero, que tiene a la Unión Europea como destino comercial, representa 300.000 empleos directos y 600.000 indirectos, además de un valor monetario de 2.7 billones de dólares.

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