Con el paso de los años y distintas instituciones pesqueras dedicándose cada vez más a abordar el problema de la pesca sustentable, diferentes tecnologías se han propuesto para reducir los impactos de esta importante actividad comercial. Sin embargo muchos actores en la industria con concuerdan que se requiere mayor apoyo a la investigación de dispositivos que hagan sencillo para las empresas efectuar la pesca bajo estándares cada vez más óptimos.
Un nuevo informe realizado con apoyo de Seafish, denominado “Net Positive: Disruptive Seafood,” hace un llamado a la industria para invertir en nueva tecnología para las redes de pesca de forma que se reduzcan los impactos de la pesca de arrastre. Este informe fue financiado por el Programa de Inversión Estratégica y entregado por Espersen, Islandic Seachill y Nomad Foods. Aunado a esto se ha lanzado un concurso de diseño para atraer a científicos y desarrolladores de tecnología de forma que se revisen y transformen muchos de los equipos usados durante la pesca para transformarla de cara a la sostenibilidad.
El objetivo es revolucionar la industria pesquera con énfasis en la mejora de las capturas y todo el proceso de la pesca comercial. Para ello se plantean atraer capital para la inversión, ya sea público o privado, para lograr que los proyectos se desarrollen de forma tal que se implementen de forma masiva en el día a día de la industria.
Innovación para la pesca con redes
La pesca de arrastre tiene un impacto negativo palpable sobre el fondo marino y sobre algunas especies que son capturadas incidentalmente por las redes. La forma en que estas están diseñadas tampoco permiten diferenciar las capturas, de forma que se dejen libres especímenes más jóvenes que aún no hayan alcanzado la edad reproductiva.
Esta práctica a lo largo de los años ha tenido consecuencias para la industria como el decrecimiento de las especies e, incluso, la reducción de las tallas en la misma. Cuando un pez ha tenido la oportunidad de reproducirse antes de ser capturado, alcanzando la madurez sexual cuando aún es pequeño esta información es transmitida a la siguiente generación provocando la disminución del tamaño de la especie. Este fenómeno ha sido estudiado y reportado en diferentes especies como el bacalao del Atlántico. Por lo que la diferenciación de las capturas resulta un tema clave.
La pesca de arrastre también está relacionada con mayor uso de combustible, así como el reconocido daño al fondo marino. Por supuesto estos efectos varían de acuerdo a las características del equipo usado y a diversidad de prácticas.
Con este telón de fondo, el taller patrocinado por Seafish reunió a los participantes con conocimientos de una variedad de tecnologías y áreas de especialización avanzada, para enfocar sus conocimientos en el desarrollo de equipo que pueda resolver de modo efectivo los siguientes cuatro objetivos:
- Capturas accesibles y de alta calidad provenientes de poblaciones de peces saludables, hoy y en el futuro.
- Reducir o eliminar el impacto ambiental negativo de la pesca de arrastre, incluidas las emisiones de gases con efecto invernadero y daño al fondo marino.
- Sólo capturar el pez que queremos mediante la mejora de nuestra capacidad de dirigirse y seleccionar especies particulares y evitar la captura incidental.
- Generar beneficios reales y tangibles para los pescadores.
De esta forma los cambios alcanzados podrían implementarse en toda la industria y llegar a ser permanentes.