Una buena distribución espacial, climas aptos y sistemas avanzados de riego han permitido el crecimiento de su industria. Más allá de lo realizado hasta el momento, existe actualmente un plan estratégico de cultivadores australianos. Agrupados bajo la misma institución, aspiran a una mayor expansión comercial.
Las plantaciones australianas de bananos se centran especialmente en la zona norte del poderoso país oceánico. De acuerdo a lo demostrado por los productores, cada manojo de bananos generados por sus plantas oscilan entre treinta y cinco y cincuenta kilos de peso. Para ser más específicos, confirman un promedio de entre ciento cincuenta y doscientos frutos por racimo.
Dentro la comercialización habitual en el mercado interno, los bananos producidos por los cultivadores australianos son vendidos a mayoristas ubicados estratégicamente en distintas zonas del país. Sidney, Melbourne, Adelaida, Brisbane, Newcastle y Perth son los puntos de referencia. Es desde esos centros comerciales que se distribuye al resto del territorio nacional.
Lanzado en mayo de 2014, el plan estratégico de los cultivadores australianos contempla consideraciones hasta fines de 2019. Las acciones y resultados esperados durante el transcurso de cinco años, cuentan con un importante apoyo del gobierno. Sumado a ésto, la activa participación de inversores y cultivadores generan mayor conocimiento y posibilidades a la causa.
Actualmente, los bananos son considerados un producto líder en el consumo diario de Australia. Es por eso que los cultivadores australianos pretenden con éste plan estratégico convertir a la industria en sostenible durante el transcurso de los años. Por otra parte, potenciar las ventas es obviamente el principal objetivo, planteándose a futuro mayores posibilidades de expansión.
Al ser un país productor relativamente joven, los cultivadores australianos intentan como primera medida garantizar la producción para satisfacer la demanda del consumo interno. Sumado a ésto, mejorar los niveles de calidad y perfeccionar constantemente los procesos de producción es el ideal para los cinco años de duración del plan.
Una de las principales cuestiones en las que se hace hincapié, es en el cuidado del medio ambiente. En consecuencia, una clara inversión orientada a la investigación ha sido puesta en marcha. El objetivo de esos grupos experimentales es el de poner en práctica estrategias de bioseguridad. Aseguran que de esa forma no sólo se cuida el entorno natural; sino que además se mejoran notablemente los procesos de producción dentro de las plantaciones de bananos.
Cultivadores australianos en busca de nuevos inversores
Como ocurre en la mayoría de las industrias que intentan un prolongado e incesante crecimiento, la obtención de nuevos inversores es fundamental. El caso de los bananos australianos no es la excepción. Es por ese motivo que, avalados por el gobierno, los cultivadores ofrecen un interesante programa para inversores.
Básicamente, la idea consiste en seducir a cada posible prospecto a través de algunas consideraciones que entienden garantizan un retorno concreto de la inversión. Las potencialmente gananciales predicciones del mercado interno busca ser una garantía para los inversores.
Sumado al aspecto económico; los cultivadores australianos hacen hincapié en la solidez del rubro. Basando su generación de confianza en la planificación. Es en ese concepto que integran factores claves con una interesante visión a futuro. Un claro ejemplo es la ubicación de las plantaciones.
La existencia de las mismas en territorios con menores porcentajes de posibles catástrofes climáticas, sistemas inteligentes de riego y un confiable sistema de control de erosiones y drenajes son claves. Y si existe algo de lo que los cultivadores australianos pueden jactarse, es de la planificación.
Por último, cabe destacar que los cultivadores australianos agrupados en la Australian Banana Growers Council no escatiman esfuerzos en el intento de fortalecer la producción, distribución y consumo internos. Sin embargo, por el momento no contemplan a ciencia cierta la posibilidad de sobrepasar los límites del territorio de Oceanía.