Los diferentes sectores productivos ecuatorianos se muestran expectantes ante la intención del Gobierno por integrar el bloque comercial de la Alianza del Pacífico. La principal preocupación es la falta de competitividad. “Hay que tener una discusión seria con el Gobierno porque yo también estoy preocupado por los industriales ecuatorianos. No es cuestión de abrir un tratado de libre comercio y empezar a traer productos de otros países”, indica Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito.
Según el criterio de José Hidalgo, Director Ejecutivo de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (CORDES) la ventaja del tratado comercial es que hay un proceso de negociación. Ahora bien, durante esta fase se esperaría que el Gobierno se ponga decidido en las correcciones que implican mejorar la competitividad del país. Con esto nos referimos al aparato productivo y trazar la ruta hacia la igualdad de condiciones de mercado para nuestros productos.
Puntos de consenso
Los sectores productivos están de acuerdo que Ecuador requiere una serie de condiciones macroeconómicas. Cada una debe ser impulsada por el régimen para entrar en el bloque de la Alianza del Pacífico. Para el titular de la Federación Ecuatoriana de Industrias del Metal (FEDIMETAL), Ramiro Garzón, hay que hacer un trabajo muy profundo en definir un modelo de desarrollo económico, pues existen sectores que le han apostado al país. “En los últimos 10 años, en mi sector hemos hecho inversiones que sobrepasan los mil millones de dólares, tenemos equipos y tecnología de punta para competir en cualquier parte del mundo, pero frente a devaluaciones y condiciones de países vecinos hemos perdido la oportunidad de exportar. Éramos exportadores en valores del 10 al 15% de nuestra producción, hoy registramos cifras menores al 5%”, señala.
Para el representante de la actividad comercial de la capital, “El país está pasando por un momento de transición dejando el proteccionismo y aislamiento, para ir a la integración inteligente. Por fin, luego de una década nos damos cuenta que tenemos que hacer alianzas que promuevan el empleo y principalmente la inversión”, opina.
Producción nacional más costosa
Al tener una economía dolarizada es más costoso para producir y en esto tiene que actuar el gobierno. Al momento los sectores productivos no están preparados para enfrentar lo que se viene, la Alianza del Pacífico; y mucho menos una integración mayor que es Asia Pacífico.
Al respecto, David Molina, Director de la Cámara Automotriz Ecuatoriana asegura que los problemas estructurales de la economía ecuatoriana básicamente están determinadas por un tipo de cambio real apreciado en un 30%. Esto quiere decir que por más que las industrias sean altamente eficientes no logran valores igualitarios. Anota que México posee el PROSEC (Programas de Promoción Sectorial e INDEX, Consejo Nacional de la Industria Maquiladora de Exportación) que les beneficia con 0% de impuestos, incentivos específicos, programas determinados. De esta forma pueden entrar a los mercados internacionales, entre otras ventajas que el sector productivo de nuestro país no posee.
Sectores más vulnerables
El Gobierno debe considerar que hay sectores sensibles como el metalmecánico que es una fuente importante de empleo. “Generamos cerca de 160 mil empleos directos, y pasamos los 400 mil de manera indirecta. Dentro de la economía movemos alrededor de 3.300 millones de dólares y existe un encadenamiento productivo con la pequeña y mediana industria muy importante”, destaca el representante de FEDIMETAL.
Debemos hacer una negociación inteligente ideando estrategias para el desarrollo productivo del Ecuador, con protección de las áreas más sensibles. Es vital la corresponsabilidad del Gobierno con el sector privado para trabajar a la par en la competitividad. Hay que impulsar las reformas que se necesitan como la laboral, tributaria y del código monetario para liberar la economía. Los empresarios necesitan saber cuál será el modelo de desarrollo al que el país le va a apostar, teniendo clara la hoja de ruta hacia una integración equitativa que motivará a los inversionistas nacionales y extranjeros para que traigan su capital, coinciden los representantes de los diferentes sectores productivos del Ecuador.