Filipinas es una de las regiones que cuenta con un exhausto control de industria atunera, cuestión que si bien, permite garantizar la regulación por parte del gobierno, también, puede complicar los trámites de comercialización y negocios del mercado atunero de Filipinas frente a los clientes, perdiendo de esta forma la eficiencia y la competitividad necesaria para que la industria del atún se mantenga a flote sin problemas.
Al respecto, se ha realizado un estudio que ha permitido reconocer la necesidad de simplificar los trámites administrativos y regulatorios que exige el gobierno para el sector atunero. El estudio ha sido titulado «La reducción de la carga reglamentaria innecesaria: la industria del atún de Filipinas», el cual, fue realizado por el Instituto Filipino de Estudios de Desarrollo, a cargo de Gilberto Llanto quien es Presidente de la Institución, Maria Kristina Ortiz – analista de investigación y Cherry Ann Madriaga – ex Supervisor de investigaciones especializadas.
El contenido del estudio sobre la reducción de la carga reglamentaria
La pesca de atún es una de las principales actividades industriales en Filipinas y pese a ser una actividad de la cual depende gran parte de la sociedad costera, su contribución a la economía es mínima y solo aporta el 1.7% del producto interno bruto, dato suministrado y evaluado por el Instituto Filipino de Estudios de Desarrollo.
Por su parte, el referido estudio «La reducción de la carga reglamentaria innecesaria: la industria del atún de Filipinas», encontró una serie de pasos para aumentar el % de aporte a la industria atunera de Filipinas, los cuales, constan en disminuir requisitos que alargan el proceso, siendo necesario simplificar el proceso.
En la actualidad, los inversores de atún tienen que cumplir con los requisitos y certificaciones que establecen las unidades de gobierno local, aunado a, muchos más trámites y requisitos frente a los diferentes organismos reguladores, tales como: la Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos y la Autoridad de la Industria de la Marina, que se encuentra presente ejecutando funciones de control en diferentes ciudades o municipios.
Control de industria atunera, un proceso muy tedioso
Por lo tanto, el estudio concluye que todo este proceso es muy complicado y oneroso, ante lo que los encargados de la investigación señalan:
«Esto hace que todo el proceso sea costoso y tedioso, especialmente para los operadores de peces pequeños… ciertos pasos tienen que ser llevado a cabo en la Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos y otros en las Oficinas Regionales, lo que significa que el tiempo de procesamiento real depende de la disponibilidad de los inspectores”.
A su vez, después de pasar por todos estos trámites de pesca, si la empresa también se dedica al procesamiento, estas compañías también tienen que asegurarse de que cumplen con los estándares establecidos por la Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos y la Administración de Alimentos y Medicamentos – Food and Drug Administration (FDA).
Las autoridades mencionadas, son quienes se encargan de vigilar el cumplimiento de ciertos parámetros de control, mantenimiento y transporte del atún en lo que refiere a la temperatura de refrigeración, proceso en enfriamiento, proceso de manipulación, calidad, las normas para los aditivos alimentarios y contaminantes, la higiene adecuada, las correctas prácticas de manipulación, el embalaje adecuado, el transparente etiquetado, los métodos de muestreo, el examen de los productos, la salida de circulación de los productos defectuosos, entre otros más controles y requisitos que se deben cumplir para considera el lote de atún verificado y aceptable para ser comercializado y exportado.
Así que, con este estudio, sus realizadores instaron a los organismos reguladores que ejecutan el control de industria atunera, a hacer uso de la tecnología para agilizar los procesos en la marina, en la producción y en la comercialización del atún en Filipinas.
